La piel es la parte más sensible y delicada de tu cuerpo, sin embargo es la que menos cuidamos algunas veces. La piel de tu rostro es aún más sensible que la del resto de tu cuerpo y mantenerla saludable es vital para tenerla hermosa, aquí te damos una serie de consejos para que sigas y tengas una piel bella.
Ojo, cabe anotar que todo depende de tu tipo de piel y que si quieres algo más específico, mejor consulta con tu dermatólogo de confianza.
Si eres de las que se maquilla diariamente, es mejor que antes del maquillaje te asegures de tener la piel limpia y seca, puedes lavarla con un jabón especial o con agua Micelar, ésta también viene para todo tipo de piel, mira bien antes de usarla, que sea para la tuya y asegurate de que no quede ningún residuo del maquillaje anterior.
Retira el maquillaje cada noche con crema desmaquilladora especial para tu tipo de piel, o lo que tu dermatólogo te formule, y al final puedes sellar la piel con agua de rosas para hidratarla bien durante la noche.
También puedes hidratar tu piel con una crema humectante, puedes usar una para el día o para la noche, cuándo la escojas ten en cuenta si tu piel es mixta, grasa o seca. También hidrata tus labios, hay algunos que vienen con protección solar.
Importantísimo que uses protector solar diariamente, vayas a estar o no expuesta al sol, esto evita que tu piel se llene de manchas por el sol, o por la luz de los bombillos a la cuál también te expones en tu sitio de trabajo, repite la aplicación del protector por lo menos dos veces al día.
Exfolia tu piel periódicamente para hidratarla y quitar células muertas, de tu tipo de piel depende con qué regularidad lo practiques para no dar efectos negativos. Si estás en tus días, es mejor que no lo hagas pues la piel está más sensible de lo normal y puedes irritarte o brotarte.
Es importante que si te salen granitos ¡no los estripes! eso es lo peor para tu piel, te dejará cicatrices y es muy antihigiénico pues las uñas recogen mucha suciedad y lo que hará será empeorar la situación.
Lava tu cara siempre con agua templada o fría, pero nunca caliente y sécate suavemente, dando golpecitos con la toalla sobre la piel, no la frotes agresivamente.
Tomar mucha agua y alimentarte bien con frutas y verduras, también es muy importante para el mantenimiento de tu piel, todo tu cuerpo te agradecerá hábitos saludables.
Sigue estos consejos para conseguir esa piel que tanto quieres, pero ten en cuenta que son muy generales y que si quieres algo más específico, consulta la opinión profesional de un dermatólogo.